Nuestro enfoque terapéutico parte de la terapia sistémica, es decir, de la creencia de que cada uno de nosotros está conectado con todas las personas que forman parte de su sistema familiar o de nuestros vínculos más cercanos. Por ello, trabajamos desde una visión holística, integrando en el proceso a los sistemas familiar, escolar..., donde abordamos las relaciones y dinámicas familiares y sociales que influyen en el bienestar de cada niño o adolescente, promoviendo cambios positivos y un mejor ajuste en su entorno.
Nuestra intervención se basa en técnicas orientadas a favorecer la autoestima, comunicación, regulación emocional y la capacidad de afrontar retos.
Este acompañamiento es una oportunidad para que los niños y adolescentes desarrollen herramientas que les permitan crecer de forma saludable y equilibrada, sin abordar diagnósticos clínicos ni tratamientos reservados a profesionales con formación específica.